sábado, 22 de junio de 2013

Alimentos para cuidar la piel desde dentro

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Alimentación, hidratación y actividad física moderada son la triple receta para lograr una piel sana y reluciente.

Siempre es  tiempo de enseñar la piel y, también, de protegerla. En los anuncios publicitarios, infinidad de productos cosméticos proponen alternativas para lucir pieles perfectas, ¿pero es posible conseguir ese objetivo de una manera natural y saludable? La respuesta es afirmativa.
Además de ser prudentes con la exposición a los rayos solares y de hacer ejercicio de manera habitual, múltiples alimentos contribuyen a cuidar la piel desde dentro.

 En este reportaje, se explica qué nutrientes cuidan mejor nuestra piel y en qué alimentos se encuentran, junto con consejos prácticos para aprovechar mejor esos nutrientes e información para conocer por qué es importante hidratarse y tomar sol con precaución.


Nutrientes que cuidan mejor la piel y en qué alimentos se encuentran:  Una buena hidratación, una actividad física moderada y una alimentación equilibrada conforman la triple receta para lograr una piel sana y reluciente. La hidratación favorece la salud y el buen aspecto cutáneo. El ejercicio mejora el humor y el tono muscular, por lo que también es importante para realzar la apariencia de la piel. Y la buena alimentación es fundamental para mantener su luminosidad (así como el ayuno prolongado es pernicioso porque provoca el efecto contrario). Los nutrientes que mejor cuidan la piel son:

 El ß-caroteno, precursor de la vitamina A, también llamada retinol, o el licopeno, pigmento vegetal carotenoide. La principal fuente es el tomate y sus productos derivados (zumos, sopas, salsas). Además, los científicos afirman que el tomate procesado y enlatado constituye una fuente mayor de carotenoides, ya que facilita la absorción en el intestino. Otras fuentes fundamentales son: frutas y verduras amarillas o anaranjadas (zanahoria, calabaza, boniato, melocotón, cerezas, nectarinas, etc.), verduras de hoja verde, hígado y productos lácteos.

La vitamina B6. Está presente en muchos alimentos proteicos: pescado azul, huevo, frutos secos, levadura de cerveza, carnes magras, plátano, pasas, alubias, cereales integrales y aguacates.

La vitamina E. Presente en alimentos de origen vegetal: cereales fortificados, frutos secos, germen de trigo, aceites vegetales y verduras de hoja verde.

La vitamina C y el colágeno. Las mejores fuentes de vitamina C son las frutas, como los cítricos, las fresas, las moras o los kiwis. También se encuentra en verduras como los pimientos, la col o los tomates. Tiene una potente acción antioxidante y está relacionada con la producción de colágeno, que no se puede incorporar al organismo de forma externa y, sin embargo, es una proteína básica para mantener la piel tersa y sin arrugas.
Cobre. En carnes, crustáceos, verduras secas, agua potable y cacao.

Selenio. Se concentra en carnes, huevos, marisco, ciertas setas y cereales.

Cuidar la piel: la hidratación como fuente de belleza

 El agua mantiene la piel hidratada y, al mismo tiempo, permite eliminar con facilidad las toxinas que la perjudican. Además, proporciona nutrientes como el cobre, el selenio y el sulfuro, necesarios para una piel cuidada y sana.

El secreto radica en ingerir líquidos con regularidad durante el día, sin esperar a sentir sed. Sin embargo, si se practica algún deporte, se debe controlar la cantidad de líquido que se bebe. Para ello, el deportista debe pesarse antes y después de la actividad física y beber el peso perdido. En cualquier caso, la norma general es tomar un litro de agua por cada hora de ejercicio y se debe beber antes, durante y después de la actividad física.

Mantener un buen nivel de líquidos no solo contribuye a que la persona se sienta bien y a mejorar su salud, también es una importante fuente de belleza: ayuda a mantener la piel hidratada y a tener un aspecto saludable.