La deshidratación (pérdida de más del 2% del peso corporal en agua) degrada el rendimiento deportivo aeróbico. |
Aquí
les presento un nuevo tema que me gustaría dirigir hacia personas que realicen
actividad física, en especial para aquellos con un alto nivel de actividad física o en su mejor caso
de nivel competitivo.
Al
realizar alguna actividad física existe
una exposición a distintas condiciones ambientales como la temperatura,
humedad, viento y sol. Dependiendo del gasto metabólico, de las condiciones
ambientales, de la vestimenta o del equipo necesario, se produce la elevación
de la temperatura corporal, lo cual incrementa la secreción de sudor para
enfriar el cuerpo, dando como resultado la pérdida de agua y electrolitos (deshidratación
e hiponatremia), si estas pérdidas no se reemplazan se producirá la
deshidratación (Sawka et al, 1996; Sawka et al, 2005; Casa et al, 2005;
Institute of Medicine. 2005).
Los
competidores de distintos deportes en promedio tienen pérdidas de sudor en
entrenamiento y competencia de aproximadamente 0.5 a 2 litros por hora, estas
pérdidas son variables a causa del deporte o clima, y demuestra que es difícil
generalizar una recomendación o a causa de éstas variaciones (Bergeron. 2003; Bergeron et al,
1995; Broad et al, 19996; Brown et al, 1998; Burke et al, 2005; Burke.2006; Cox
et al, 2002; Godek et al, 2005; Maughan et al, 2005; Shirreffs et al, 2005;
Speedy et al, 2001).
La
deshidratación puede aumentar las concentraciones en el sudor de sodio y cloro
(Na y Cl) (Morgan et al, 2004), las glándulas sudoríparas reabsorben estos electrolitos pero la habilidad de reabsorción de estos no aumenta
proporcionalmente con su pérdida, por lo que se incrementa con una mayor tasa
de sudoración (Allan et al, 1971; Costill et al,
1975). La aclimatación al calor aumenta la habilidad para reabsorber Na
y Cl, y usualmente los individuos aclimatados tienen menores concentraciones de
Na en el sudor (50% menos por ejemplo) (Allan et al, 1971).
“El ejercicio sostenido puede condicionar el aumento de las pérdidas de agua y electrolitos especialmente en climas cálidos. Hay una considerable variabilidad de pérdidas de agua y electrolitos entre atletas, si las pérdidas de agua y electrolitos no son reemplazadas, la persona se deshidratará”
El promedio del agua corporal total es
de 60% del peso, con un rango aproximadamente entre 45 a 75%. Estas diferencias
dependen de la composición corporal, la masa libre de grasa tiene de un 70 a
80% de agua, mientras la masa grasa tiene un 10% de agua. Esta relación es
independiente de la edad, sexo y raza (Institute of Medicine. 2005). Los
atletas entrenados tienen un mayor porcentaje de agua corporal debido a una
mayor masa muscular, menor masa grasa y un efecto leve a causa del entrenamiento aeróbico. Los individuos con carga de glucógeno pueden tener un pequeño
incremento del agua corporal total pero esto no siempre se observa (Zderic et
al, 2004), sin embargo el excedente de agua asociado con el incremento de
glucógeno muscular es menor de 200ml, aproximadamente 3ml por gramo de
glucógeno almacenado (Sherman et al, 1982).
Efectos de la hidratación
Los
deportistas pueden llegar a estar deshidratados mientras realizan actividad física, pero antes de mencionar la importancia de la rehidratación durante el
ejercicio. En general se comienza la actividad física con un estado adecuado de
hidratación y va ocurriendo la deshidratación conforme avanza el tiempo de
actividad, en algunos deportes en donde es importante el peso para entrar a
cierta categoría de peso (boxeo, lucha, levantamiento de poder) la persona
podría iniciar con un estado de deshidratación o en aquellas situaciones como
realizar ejercicio dos veces al día, mantener entrenamientos prolongados o en
el calor que puede llevar a un déficit de fluidos condicionado por el
entrenamiento anterior (Godek et al, 2005). Los individuos que utilizan diuréticos
pueden estar deshidratados, además de que el déficit de líquido sin
proporcionar sodio es la causa más común de deshidratación durante el ejercicio
en el calor, y tiene efectos negativos en el rendimiento (Sawka et al, 1999).
La deshidratación aumenta la tensión fisiológica medida por la temperatura del
núcleo, la frecuencia cardiaca y el esfuerzo percibido durante el ejercicio en
el calor (Sawka et al, 1999).
“La deshidratación
(pérdida de más del 2% del peso corporal en agua) degrada el rendimiento deportivo
aeróbico en condiciones templadas-calientes (Casa et al, 2005; Cheuvront et al,
2003; Institute of Medicine. 2005).”
La
deshidratación (de 3 al 5% de pérdida de peso) probablemente no degrade la
fuerza muscular (Institute of Medicine. 2005; Evetovich et al, 2002; Greiwe et
al, 1998) o el rendimiento anaeróbico (Cheuvront et al, 2006; Institute of
Medicine. 2005; Jacobs. 1980).
El
rendimiento mental y cognitivo se ven disminuidos con la deshidratación y la
hipertermia (sobrecalentamiento) (Hancock et al, 2003; Rodahl. 2003), esta
disminución afecta a quienes se dedican a los deportes en donde la habilidad y
la táctica son importantes, y principalmente en ambientes de clima cálidos.
La
hiperhidratación no es recomendable ya que aumenta la producción de orina (Institute
of Medicine. 2005)
La Hidratación en relación a la salud
Los
principales problemas a la salud resultan de la deshidratación y la
sobre-hidratación, la deshidratación tendrá contribución al deterioro del
rendimiento deportivo, mientras el exceso de líquidos que causa disminución del
sodio (hiponatremia) puede causar debilidad grave o la muerte.
Recomendaciones
de hidratación antes, durante y después del ejercicio
Ingesta de fluidos antes del ejercicio
La meta es
empezar el ejercicio con una buena hidratación y con niveles de electrolitos
normales. Si se consumen suficientes bebidas y alimentos de 8 a 12 horas
transcurridos desde la última vez que se realizo ejercicio, la persona debería
tener un buen estado de hidratación (Institute of Medicine. 2005). Si la
persona aun no está bien hidratada será necesario un programa de pre
hidratación. 4 Horas antes del ejercicio beber liquidos lentamente de 5 a 7 ml
por kilo de peso, si el individuo no
produce orina, o la orina es oscura, concentrada se debe beber otros 3 a 5
ml/kg 2 horas antes del evento. Consumir bebidas con sodio y/o algún
refrigerio pequeño con un poco de sodio, ayudará a estimular la sed y a retener
los fluidos consumidos (Maughan et al, 1996; Ray et al, 1998; Shirreffs et al,
1998).
También
es necesario tener cuidado en no tomar más agua de la necesaria, ya que
incrementa la necesidad de ir a orinar durante la competencia, lo cual no tiene
ventaja en el rendimiento mayor que la hidratación normal (Freund et al, 1995;
O´Brien et al, 2005), también la híper hidratación puede diluir y disminuir el
sodio plasmático y causar hiponatremia (disminución del sodio en sangre) si los
fluidos son agresivamente reemplazados durante el ejercicio (Sawka et al, 1999).
Ingesta
de fluidos durante el ejercicio.
El
objetivo es evitar la deshidratación y los cambios excesivos en el balance de
electrolitos que compromete el rendimiento deportivo. La cantidad y la tasa de
reemplazamiento de fluidos dependen de la tasa de sudoración, y de las
oportunidades para beberlos (Montain et al, 2006). Los maratonistas que corren
a diferentes velocidades (8.5 a 15km/h), hidratados al principio y de
diferentes pesos pierden de 0.4 a 0.8 litros/hora en promedio con los rangos
más altos para los ambientes calurosos y los más bajos para ambientes más
fríos. La recomendación general es tomar de 100 a 200ml de agua cada 15 minutos
(por ejemplo, 100ml en caso de entrenar en lugares cerrados o en clima frio,
200ml en caso de una actividad extenuante, al aire libre en clima cálido) si el
deporte o actividad física lo permite (Noakes. 2003).
La composición adecuada para las
bebidas para deportistas con actividades prolongadas en climas cálidos es:
Ingrediente
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Cantidad por litro
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Cantidad por 100ml
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Na
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20 a 30 mEq/L (460 a 600mg/L)
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2 a 3 mEq (46 a 60mg)
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K
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2 a 5 mEq/L (78 a 195mg/L)
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0.2 a 0.5mEq (7.8 a 19.5mg)
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HCO (en forma de polímeros de
maltodextrina)
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5 a 10%
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5 a 10%
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Rehidratación al terminar el ejercicio
Alternativas a la hidratación |
La meta es reemplazar las pérdidas de fluidos y electrolitos. La agresividad para ser reemplazados depende de algunos factores como el déficit de los mismos, el tiempo de la recuperación disponible y la oportunidad para consumir una comida o refrigerio normal que contenga agua y electrolitos. Si no se reemplaza bien las pérdidas de sodio no se regresara a un estado normal de hidratación y se promoverá la producción de orina. Consumir sodio en el periodo de recuperación ayudará a mantener los líquidos ingeridos y ayudar a estimula la sed (Institute of Medicine. 2005). Las pérdidas de sodio son más difíciles de evaluar que las pérdidas de agua, las pérdidas de electrolitos tienen diferentes rangos según la aclimatación del atleta o la intensidad del ejercicio, las bebidas para deportistas son una buena alternativa, se recomienda en general tomar 1.5 litros de líquidos por cada kilo de peso perdido durante el entrenamiento (Shirreffs et al, 1997)
Antes
del ejercicio
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Durante
el ejercicio
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Después
del ejercicio
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Ingerir
30 minutos antes de realizar ejercicio de 300 a 600ml de agua para conseguir
un grado máximo de hidratación, y eliminar por medio de la orina el exceso de
líquidos (Segura, 2000).
Si no está bien hidratado: 4 hrs
antes del ejercicio beber 5 a 7ml/kg, si no se produce orina beber
nuevamente de 3 a 5ml/kg 2 hrs antes del ejercicio (American College of Sports Medicine, 2007).
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De
0.4 a 0.8 L/hora con el rango más alto para aquellos que compitan más rápido,
en climas cálidos y el más bajo para los más delgados, ejercicio más lento y
que compitan en climas más fríos.
Para deportistas con actividad
prolongada (>3hrs) en clima cálido utilizar bebidas para deportistas (American College of Sports Medicine, 2007).
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Beber
1.5 litros de agua por cada kilo de peso base* perdido, en ejercicio mayor a
3 horas tomar en cuenta el reemplazo de electrolitos y liquidos con bebidas
deportivas
*Calcular el peso base con un estado
de hidratación normal en ayunas y después de orinar (American College of Sports Medicine, 2007).
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Alternativas a la hidratación
Se
han estudiado algunas bebidas para la rehidratación, dentro de las que tienen
resultados satisfactorios son:
- Agua de coco: Su sabor es muy aceptado y es una bebida muy adecuada para reponer líquidos y electrolitos similar a una bebida deportiva (Douglas et al, 2012), una desventaja es que las concentraciones de electrolitos pueden ser variables dependiendo el tiempo de maduración, lugar de origen, época del año etc.
- Leche: Es otra opción muy buena, contiene cantidades muy similares de electrolitos que las bebidas deportivas, se ha visto que se puede mantener una adecuada rehidratación como en las bebidas deportivas, el inconveniente es el contenido de lactosa y grasa que puede evitarse consumiendo leche descremada y deslactosada.