martes, 13 de agosto de 2013

Cambios fisiológicos y nutrición en adultos mayores.



Nutrición en los adultos mayores
Cambios fisiológicos en los adultos mayores
La mejor calidad de vida de la población ha contribuido a aumentar la esperanza de vida, este aspecto además de la disminución de la tasa de natalidad de la población, da lugar a una cantidad mayor de adultos mayores para los siguientes años. Para el 2050 se estima que los adultos mayores conformarán cerca de 28.0% de la población.
El envejecimiento es una etapa que se acompaña de una serie de cambios fisiológicos, psicológicos, y sociales que pueden contribuir a afectar el estado de nutrición en este grupo.

Los sentidos se ven disminuidos entre ellos la vista, oído, la habilidad de reconocer los sabores de los alimentos dulces, salados, ácidos y amargos por el atrofiamiento de las papilas gustativas (empieza alrededor de los 50 años). Además  del olfato para reconocer olores e identificar alimentos. Es común la disminución de la salivación (xerostomia) problema común que puede causar problemas para hablar, masticar y deglutir los alimentos, se refiere como resequedad en la boca.

La falta de higiene dental ocasiona que haya pérdida de piezas dentales por la acumulación de placa dento-bacteriana, caries, gingivitis que ocasionan enfermedades periodontales. El uso de puentes o de prótesis dentales tiene que estar vigilada para evitar lesiones en la boca que dificulten la masticación.

Los cambios en la mucosa gástrica y en las glándulas digestivas dan lugar a una disminución de la capacidad funcional digestiva. La menor flexibilidad del fundus del estómago motiva saciedad con menor cantidad de comida en comparación con el adulto joven y se estimula más una parte del estomago llamada antro que aumenta la secreción de la hormona de la saciedad conocida como colesistoquinina. La disminución del movimiento intestinal normal, la superficie intestinal útil para la absorción, la capacidad de transporte de nutrientes y la reducción del flujo sanguíneo (entre la célula mucosa y la vena porta) alteran la capacidad de digestión y absorción.

Puede sufrirse de estreñimiento en esta etapa debido a que existe una atrofia del músculo propulsor del intestino y  cambios en las células secretoras de moco que provocan cambios estructurales en la pared del intestino (diverticulosis: formación de invaginaciones en el intestino)  y funcionales  a nivel neuronal la densidad de fibras nerviosas que inervan al esfinter  encargado de la percepción de la masa de materia fecal en el recto se ven disminuidas y afectan el equilibrio entre la continencia y la defecación.
Algunos factores de riesgo que pueden causar estreñimiento en el adulto mayor:
  1. Enfermedades
  2. Consumo de fármacos
  3. Inmovilidad
  4. Dieta (poco aporte de fibra y de agua)
  5. Deshidratación
  6. Trastornos como hemorroides, úlceras.
Es importante cuidar la salud ósea en esta etapa, ya que la densidad mineral ósea (cantidad de minerales de calcio y fósforo que contiene el hueso) disminuye por la falta de actividad física y además existe una disminución de la absorción intestinal del calcio que puede poner en riesgo de desarrollar osteoporosis (enfermedad causada por disminución de la densidad mineral ósea) ocasionando riesgo de fracturas.

Las mujeres posmenopáusicas suelen verse más afectadas debido a que la disminución de la cantidad de estrógenos, estos ayudan a preservar la resistencia de los huesos a lo largo de la vida. Los hombres también están afectados, pero tienen un riesgo estimado de sufrir fracturas a lo largo de la vida tres veces menor que las mujeres. A partir de los 60 años por compresión de las vertebras hay una disminución de la estatura de 1 a 2cm/década, causada por la curvatura de la columna vertebral (lordosis o cifosis) y el aplanamiento de las vertebras. Se recomienda consumir un suplemento que contenga calcio, vitamina D y magnesio, para aquellas personas con ingesta deficiente de lácteos y sus derivados.

Las debilidad del adulto mayor se debe al sedentarismo y es común una disminución de la masa muscular, fuerza y función del músculo, condición conocida como Sarcopenia (del griego sarco: carne, músculo y penia: deficiencia, disminución). Se ha visto que se pierden hasta 3 kilos de masa magra por década que conlleva a tener debilidad para realizar las actividades de la vida diaria volviéndose dependientes de bastón o andaderas o inclusive de otra persona, sin embargo si se mantiene la actividad física, la reducción puede no ser tan marcada.

Se recomienda  llevar a cabo un programa de actividad física de fortalecimiento que permita desarrollar mejor movilidad e independencia en las actividades de la vida diaria, si se logra además complementar la alimentación con una ingesta adecuada de proteínas puede inclusive haber una mejoría significativa de la fuerza, una medida de un suplemento como el Suero de Leche puede ser una alternativa, además son bajos en lactosa y pueden digerirse fácilmente si se mezcla con un poco de agua, se sugiere tomar en la mañana y en la noche.